Cuando hablamos de Industria 4.0 o de ‘empresa inteligente’ acostumbramos a asociarlo exclusivamente a la entrada de tecnologías avanzadas en la industria tradicional. Sin embargo, el concepto de ‘inteligente’ incluye muchos elementos que definen la industria del futuro.
En un artículo anterior de Negocios TIC nos hemos referido a algunos de los retos que tiene la industria en el presente y futuro. Entre ellos, una de las asignaturas pendientes es el paso a la conocida como Industria 4.0, con una evolución mediante las innovaciones tecnológicas más avanzadas que le permitan convertirse en una auténtica ‘empresa inteligente’ o también Empresa 4.0.
Alemania, Francia o Estados Unidos son algunos de los países que más han apostado por este concepto y por convertir a su sector industrial en un sector interconectado e inteligente.
Si previamente analizamos la situación de las pymes españolas en cuanto a implantación de tecnología, ahora hablaremos de la industria y su transformación digital, en lo que, además de Industria 4.0, también se conoce como ‘Ciber-industria’ o la ‘Industria Inteligente’ y se ha enmarcado dentro de la Cuarta Revolución Industrial.
No nos referimos solo a la tecnología que utilizará la empresa, de la cual hemos hablado en algunos casos (Big Data, Internet de las Cosas, Sistemas Ciberfísicos, etc.), sino de qué condiciones se deben dar para que estemos hablando de una ‘fábrica inteligente’.
Para repasar los ejes centrales de una industria y lo que la convierte en inteligente, marcaremos cuatro elementos que van desde el inicio al final de toda su cadena: diseño, fabricación, logística y distribución y venta.
La fase de diseño de la ‘fábrica inteligente’ es radicalmente diferente al de la industria tradicional. Se trata de la parte más creativa del proceso, e incorpora aspectos esenciales como:
El diseño debe tener presentes las demandas del mercado para hacer un buen diagnóstico de qué queremos lograr con nuestro producto. Para ello, la empresa inteligente es capaz de realizar un análisis predictivo de las necesidades del cliente gracias al manejo de grandes volúmenes de información con sistemas de Big Data. Como resultado tendremos una idea clara de lo que pide el cliente del momento y a lo que debe dar respuesta nuestro producto.
Es un gran cambio de la industria 4.0 respecto a la tradicional. La empresa inteligente implica a todos los elementos posibles en el diseño del producto. En este sentido, se establecen métodos colaborativos en los que participan los empleados de la compañía, como participantes internos, pero también agentes externos como lo clientes. Éstos son los mejores prescriptores que podremos tener, con lo cual involucrarles en la parte creativa y de definición del proyecto es importante para atender a sus necesidades.
La empresa inteligente utiliza las canales de comunicación más potentes para llegar al futuro cliente y hacerle partícipe del diseño de su producto. Por último, también otras empresas del sector o sectores complementarios y centros de investigación pueden intervenir en el diseño, obteniendo al final del proceso una idea de producto mucho más rica, compartida, global y acertada.
Otro factor clave en la industria inteligente es que tiene capacidad de diseñar productos a medida, pensado cada uno para un número de clientes inferior, y diseñando una gran cantidad de productos personalizados. Pasamos de pocos productos masivos y genéricos a muchos productos diferentes pensados para cada tipo de cliente.
El proceso de diseño contempla productos más sostenibles, que requieran una fabricación con menos consumo energético, menos emisiones o residuos tóxicos y que, una vez en manos del cliente, disponga de materiales, métodos de limpieza o mantenimiento respetuosos con el medio ambiente.
El diseño también debe contemplar la forma de mostrarlo en un portfolio, que en la empresa inteligente se convierte en digital para alejarse de modelos tradicionales, con un uso muy reducido del papel, menos coste en materiales y menos impacto ambiental.
Con un producto definitivo, la fase de fabricación de la ‘fabrica inteligente’ introduce muchos factores nuevos y de valor añadido que contribuyen a un producto de mayor calidad:
La flexibilidad y eficiencia son rasgos característicos de la industria 4.0. Ambos conceptos se incorporan al proceso de fabricación, en gran parte gracias a la digitalización, que permite activos productivos que se adaptan rápidamente a un cambio de serie o producto.
Adaptarse a las demandas de los clientes en tiempo real, y con productos cada vez más personalizados, hacen que la producción deba ser muy flexible. Esto se traduce en tiradas de productos mucho más cortas, de menos cantidad por producto, y en tiempos de respuesta más rápidos. Los diferentes actores de la cadena de valor son más eficientes para hacer esta flexibilidad posible. Algunos ejemplos claros son el de la automoción o el textil, cada vez con tamaños de series más reducidos y tiempos de respuesta más ágiles. Todo ello, además, sin aumentar costes.
Otro elemento identificativo de la industria 4.0 es la automatización de procesos. En el caso de la fabricación, la intervención de la tecnología avanzada para la producción y gestión de la misma se hacen imprescindibles. Las máquinas industriales cuentan con la mejor tecnología de la ingeniería industrial que permite grados de interconexión entre los denominados habilitadores tecnológicos, los dispositivos que intervienen en la fabricación del producto.
Precisamente esta automatización de procesos y minimización de tareas provoca una reducción de consumo energético y, con ello, un impacto ambiental mucho más sostenible.
La tecnología utilizada por la ‘fábrica inteligente’ cuenta con la capacidad de autorregular procesos, detectando errores y resolviéndolos por sí solos gracias al software y la interconexión de dispositivos.
Aunque ya se ha comentado en puntos anteriores, el enriquecimiento del proceso de fabricación, mucho más sofisticado y eficaz, se realiza además con un coste reducido gracias al perfecto engranaje de tecnología y profesionales.
Los procesos que intervienen en la logística de la ‘fábrica inteligente’ están totalmente interconectados, y reduce la acción humana en las tareas que pueden automatizarse.
En estos modelos logísticos inteligentes intervienen tecnologías avanzadas como la robótica, que junto con el software especializado de logística consigue una gestión con muy poca intervención humana y automatizada.
El diseño y fabricación pensados para atender a la demanda casi en tiempo real permite que la cantidad de stock se reduzca mucho, y solo se produzca lo que se va a vender finalmente. Es por ello que el concepto de almacén pierde sentido en un tipo de industria que tiene la capacidad de fabricar bajo demanda e, incluso, predecir cuándo se va a producir una venta.
Este proceso de fabricación en tiempo real y la obsolescencia del concepto de almacén también reduce el consumo energético de la logística de la ‘empresa inteligente’, que no necesita tanto espacio, energías y recursos para guardar el poco stock del que dispone.
La personalización de productos también afecta directamente a la logística en la industria 4.0, dado que existen más productos y menos cantidad de cada uno. Con ello, la logística debe manejar un volumen de información elevado con más referencias de productos, pero la capacidad del Big Data logra canalizar la información sin mayor problema.
La ‘empresa inteligente’ deja definitivamente de lado los canales tradicionales de venta para centrarse principalmente en la opción digital. El cliente puede realizar la compra en 24/7, siempre, accediendo desde cualquier dispositivo y cualquier lugar.
Además de disponer de todo tipo de canales, el cliente ha pasado de conformarse con tener el producto en sus manos a demandar el seguimiento completo del proceso de distribución. De esta forma, la industria 4.0 garantiza que el cliente tenga un contacto constante con el producto, desde antes de su compra, hasta el proceso de envío, la recepción final y la post-venta.
La diversificación de productos, lejos de provocar procesos más largos y complejos, son un valor añadido en la ‘empresa inteligente’. La distribución es más directa, hay una cantidad de envíos más alta pero a la vez más ágiles, algo que finalmente reduce los tiempos de entrega del producto.
La sofisticación de tecnologías como el Big Data están empezando a mostrarnos situaciones en las que la empresa es capaz de predecir los hábitos de consumo del cliente y, por lo tanto, en qué momento va a comprar. Esto influye claramente en los tiempos de distribución, que hacen que el cliente reciba cada vez más pronto el producto una vez comprado.
Una vez realizada la venta y la distribución, la información de que dispone la ‘industria 4.0’ sobre el cliente y sus hábitos de consumo les permite mantener el contacto con él por diferentes canales, ofreciéndole productos ajustados a sus nuevas necesidades y manteniendo un vínculo personalizado entre marca y cliente.
Las tecnologías citadas a lo largo del artículo intervienen en muchos casos en varias de las fases o ejes de la empresa, y la ‘industria 4.0’ no se puede concebir sin la presencia del Big Data, la robótica, la ciberseguridad, el cloud computing, el Internet de las Cosas o la realidad aumentada, entre otras innovaciones.
Finalizado todo el proceso que vive la ‘fábrica inteligente’, también es importante mencionar que la industria 4.0 conlleva la generación de nuevos modelos de negocio. Por ejemplo, la tecnología basada en sensores que muchas fábricas utilizan y que incorporan a sus productos hace que nuevos emprendedores basen otros productos en los sensores para otras demandas del mercado. Lo mismo podemos decir de tecnologías como la robótica o el Internet de la cosas, utilizadas en la industria 4.0 para fabricar productos o para incorporarlos a ellos y que, posteriormente, siguen generando nuevas ideas que alimentan a todos los sectores.
REFERENCIAS
Portal Industria Conectada 4.0. Ministerio de Industria, Energía y Turismo
Industria Conectada 4.0 La transformación digital de la industria española Nuevas actuaciones. Ministerio de Industria, Energía y Turismo
La industria 4.0 se abre camino
Industria 4.0
La transformación digital de la industria española. Ministerio de Industria, Energía y Turismo
Industry 4.0 means manufacturers
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